Domingo 2 de noviembre de 2008
Por Susana Reinoso De la Redacción de LA NACION
En la Argentina, cuyo sistema oficial de información estadística es territorio minado para el Gobierno, un reciente Informe de i ndicadores culturales, de la Universidad de Tres de Febrero (Untref), sostiene que en 2007 creció el impacto de la cultura en el producto bruto interno (PBI), por lo cual se ubicó en el 3,25 por ciento.
Calculado el PBI en 812.456 millones de pesos, la incidencia del sector cultural ronda los 26.416 millones de pesos, según cifras del Instituto de Políticas Culturales Profesor Patricio Lóizaga, de la Untref. Entre otros datos de interés, el dossier de indicadores y sistemas de información agrega que el sector generó 58.200 puestos de trabajo, lo que equivale al 3,5% del total de empleo en el país.
Hay más cifras. Por ejemplo, que las actividades culturales crecieron a un ritmo que dobla el crecimiento de la economía en su conjunto: 57,4% contra 30%, y que los sectores que vigorizan dicho incremento son la industria editorial -cuya producción de ejemplares en 2006 registró el récord de 85 millones- y la audiovisual, con un promedio de 60 películas por año, subsidiadas por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
En el caso de la industria discográfica, según el informe, ésta creció por cuarto año consecutivo. Pero, según aclara el licenciado Fernando Arias, del equipo de Octavio Getino -quien coordinó el sistema de indicadores- el crecimiento de la industria musical es, en buena medida, una recuperación del terreno perdido a manos de la música gratuita que se baja de Internet y de la piratería ambulante. Aun con esa reconquista, la industria no recuperó su piso histórico.
Valor agregado y cultura
El comportamiento del sector cultural -que incluye las industrias culturales y las actividades del rubro- ocupa ya un lugar en la agenda política. Los datos duros han ido perfilando un desarrollo propio que se traduce en datos como estos: mientras la economía argentina cayó un 14,8% durante la etapa recesiva 2001-2002, el grupo de actividades culturales descendió un 9,4%, con menor intensidad.
En la etapa de recuperación económica (2003-2005), el conjunto de la actividad económica creció cerca del 30%, según el informe, en tanto las actividades culturales doblaron casi ese ritmo, con un 57,4 por ciento.
En relación con esa incidencia positiva de la cultura en la economía argentina, Arias afirma: "El sector mantiene una evolución positiva, teniendo en cuenta datos de producción y consumo de los años 2006 y 2007. Su peso en el PBI ubica el aporte del 3,25% en un nivel de importancia intermedia, en relación con otros países de la región, y con menor incidencia a la que tiene en algunos países desarrollados, como Francia o Estados Unidos".
Según subrayó Arias, en los países del Mercosur el aporte del sector cultural al PBI oscila entre el 1,45 y el 3%. "En Brasil es el del 1,8%, teniendo en cuenta que el volumen de su economía es muy diferente del que tiene la Argentina. En Colombia y Chile, esa incidencia es del 2%. El único por encima del 3% es Uruguay", dijo.
A la hora de medir el empleo en industrias y actividades culturales, el sector se define de este modo: edición e impresión de libros; publicidad; cine, radio y TV; bibliotecas y museos, espectáculos artísticos y entretenimiento. Todo el sector ocupa a 350.142 personas, lo que representa el 3,5% del empleo en el país. Según el informe, entre 2006 y 2007 la generación de empleo del sector cultural ha quintuplicado el nivel de toda la economía, en torno del 20% interanual.
Durante el primer trimestre de 2007, el 91% del empleo fue generado por empresas del sector privado y el 9% corresponde a establecimientos de carácter público.
Los indicadores miden el comportamiento del sector tanto en el nivel privado como público. De modo que, cuando se habla de la actividad teatral o de radio y TV, también se suma el teatro estatal y los medios públicos. Arias sostiene acerca de estos datos: "[Son] estimaciones, aproximaciones a una medición más detallada. Hay todo un trabajo por desarrollar con organismos estadísticos". Vale decir, con el maltratado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Una de las principales dificultades a la hora de determinar estas mediciones es la definición del sector y de las actividades que son tomadas como culturales para servir de indicadores. De todos modos, lo que queda claro, según Arias, y se corrobora con las cifras, es que "la cultura es un sector dinámico" tanto en el sector industrial como en el artesanal.
Buenos Aires, primera
Desde 2006, el sector cultural muestra "un excelente ritmo en la creación de empleo, el que varía significativamente si se realiza un análisis regional o provincial", según el informe. Examinado separadamente, en el distrito bonaerense, el sector ocupa a 164.603 personas, en tanto la cultura porteña da trabajo a 78.560 personas.
Pero cuando se cruzan los datos del sector con el total de ocupados por provincia, la ciudad de Buenos Aires pasa al frente y supera el doble del promedio de todo el país.
Buenos Aires concentra el 60% de las industrias culturales y del sector editorial del país, y el 70% de los libros publicados. Se consigna, además, que en la ciudad hay más de 250 productoras audiovisuales y funcionan 90 sellos musicales. Tiene, también, la mayor asignación presupuestaria en cultura y dispone de la mayor oferta, tanto pública como privada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario