Los padres eran los educadores por excelencia entre la gente común. Enseñaban a los varones a cultivar, cazar, hacer cerámica, tejer, y a las mujeres a cocinar, limpiar y cuidar a los animales.
Aparte de esta instrucción, se ocupaban de ilustrarlos sobre el
Tras los padres, los ancianos constituían el segundo nivel pedagógico. Su influencia educativa era enorme porque se los consideraba depositarios de dos valores fundamentales: experiencia y tiempo.
La educación de las clases altas...
Sólo los hijos de la familia real y de los nobles concurrían a las escuelas. Se creía que las ciencias le pertenecían solamente a ellos.
La enseñanza de las escuelas se limitaba a aprender contenidos de memoria. Comprendía un extenso programa de religión, gobierno, urbanidad, arte militar, cronología, historia, educación de los hijos, poesía, música, filosofía y astrología.
Los maestros se llamaban amautas, que es sinónimo de sabio o filósofo, y eran muy estimados.
Las escuelas se concentraban en un barrio de Cuzco y se denominaban Yacha huaci, o casa de enseñanza. Allí vivían los amautas y los haravec, o poetas.
Lo verdaderamente sorprendente es que toda esta enseñanza la hicieran con tan sólo la ayuda de los quipus, o cuentas de nudos, donde registraban su historia, su legislación, su demografía y los ingresos y gastos estatales.
1 comentario:
Chicas,
me encanto este posteo. El tema es precisamente pensarlo como CULTURA, no como un aberración social.
Las felicito, muy bueno.
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